Los 5 parques y jardines más bonitos de Sevilla

Los 5 parques y jardi ...

Sevilla, la capital andaluza, con su sol y el alegre bullicio de sus calles, es una ciudad que vibra intensamente. Sin embargo, en el corazón de esta efervescencia, alberga tesoros verdes que ofrecen un respiro de frescura y serenidad.

Lejos de ser simples espacios verdes, estos parques y jardines son verdaderas obras maestras históricas y arquitectónicas, testimonio del rico pasado de la ciudad. Prepárese para un encantador paseo por los jardines más bellos de Sevilla, donde la historia, el arte y la naturaleza se fusionan para deleitar todos los sentidos.


Los parques y jardines imprescindibles de Sevilla

1. Los Jardines del Real Alcázar

Los Jardines del Real Alcázar son, sin duda , la joya verde de Sevilla. No esperes admirar un parque, sino una serie de verdes paisajes que cuentan la historia de la ciudad. Los diversos gobernantes que se sucedieron dejaron su huella, creando una armoniosa mezcla de estilos. Los motivos geométricos y las refrescantes fuentes moriscas se combinan con los jardines renacentistas perfectamente alineados. El Romanticismo posterior también aporta un toque de fantasía.

Cada paso es un descubrimiento. El famoso Patio de las Doncellas, en el corazón del palacio, cautiva con sus estanques y galerías que reflejan el cielo. Paseando por los jardines, descubrirá un laberinto de senderos bordeados de naranjos, palmeras y arrayanes, cuyas embriagantes fragancias impregnan el aire. Las fuentes murmuran suavemente, como la majestuosa Fuente de Mercurio, ofreciendo un grato respiro.

A pesar de las multitudes que visitan el palacio, la atmósfera de estos jardines se mantiene pacífica y serena. Es aquí donde se comprende por qué los soberanos los apreciaban tanto. No olvide explorar cada rincón, cada uno con su toque de misterio y sombra. Estos jardines no son solo hermosos para contemplar; son una invitación a la contemplación y la evasión.


Jardines del Alcázar


Varias escenas de Juego de Tronos se rodaron en los jardines del Alcázar así como en varias localizaciones de Andalucía.


2. Parque de María Luisa

¿Quién no ha oído hablar del Parque de María Luisa, corazón palpitante de la vida sevillana?

El parque más grande y, sin duda, el más famoso de la ciudad, es una visita obligada para pasear y relajarse, donde a los sevillanos les encanta refrescarse a la sombra de sus majestuosos árboles. Creado para la histórica Exposición Iberoamericana de 1929, el parque sevillano ha sabido conservar el encanto y la elegancia de aquella época dorada.

El parque es un verdadero deleite para los sentidos. Sus senderos están bordeados de refrescantes fuentes, como la Fuente de la Rana, además de estanques y estatuas. La vegetación es exuberante, con palmeras, naranjos y fragantes rosales. Las adelfas, en particular, crean túneles verdes. En cuanto a la fauna, el parque es un refugio para numerosas aves : patos y cisnes nadan en los estanques, mientras que loros y pavos reales vagan libremente. Esta encantadora mezcla añade un toque de color y exotismo a este refugio verde en el corazón de la ciudad.


Parque de María Luisa


A un lado, se encuentra la espectacular Plaza de España, una maravilla arquitectónica. Este emblemático lugar fascina con su forma semicircular, su canal navegable y, sobre todo, sus magníficos bancos adornados con azulejos, cada uno representando una provincia española.

Un poco más adelante, la apacible Plaza de América, apodada la "Plaza de las Palomas", es apreciada por sus pabellones, entre ellos el Museo de Artes y Tradiciones Populares, y la alegre actividad de las palomas que allí se reúnen por cientos.


La Guía de la Ciudad de Sevilla se enamoró de este hermoso parque.


3. Los jardines de Murillo

Justo a las afueras de los jardines del Alcázar, en el límite del pintoresco barrio de Santa Cruz, se encuentra otra maravilla verde: los Jardines de Murillo. Este lugar, que rinde homenaje al famoso pintor sevillano Bartolomé Esteban Murillo, es un verdadero remanso de paz, un refrescante escape del bullicio de las calles.

Su arquitectura es particularmente encantadora. Largas pérgolas de ladrillo y delicados enrejados de hierro forjado crean pasarelas arqueadas, formando corredores verdes que invitan a paseos tranquilos. Estas estructuras, cubiertas de plantas trepadoras, proporcionan una sombra densa y agradable. Es el lugar perfecto para un descanso después de explorar las soleadas calles de Sevilla.


En medio de los jardines se encuentra una estatua dedicada a Cristóbal Colón.


El ambiente aquí es de absoluta serenidad. El contraste entre la calma y la frescura de estos jardines y el bullicio del barrio adyacente es sorprendente. ¿Buscas tranquilidad ? Los Jardines de Murillo son perfectos para sentarse, leer un libro o pasear a tu amigo de cuatro patas antes de sumergirte de nuevo en la vibrante energía de Sevilla.


Jardines de Murillo


4. Los Jardines de la Buhaira

Mientras que los Jardines del Alcázar exhiben la época almorávide, los Jardines de la Buhaira representan sus raíces. Este entorno suele pasar desapercibido para los visitantes, ya que se encuentra bastante alejado del centro turístico de Sevilla. Sin embargo, ofrece una auténtica inmersión en la historia de la Sevilla musulmana. Originalmente, estos jardines formaban parte de un gran huerto y palacio de verano construido en el siglo XII por el gobernante almorávide Abu Yaqub Yusuf. Buhaira, de hecho, significa "pequeña la c" en árabe, en referencia a la gran cuenca central que servía tanto de lugar de recreo como de depósito de riego.

Hoy, estos jardines han sido restaurados para evocar su antiguo esplendor. Descubra la disposición típica de los jardines islámicos, con senderos rectos, fuentes y vegetación bien organizada. Es un lugar sencillo y tranquilo, donde la sombra de los árboles ofrece un refugio idílico contra el calor.


Jardines de la Buhaira


5. Parque Alamillo

Para alejarse aún más de los caminos trillados, el Parque del Alamillo es una excelente alternativa. Este parque se encuentra en la Isla de la Cartuja, al otro lado del río Guadalquivir. Menos turístico que otros parques de la ciudad, ofrece un ambiente más relajado y es un lugar predilecto para los sevillanos que buscan espacios abiertos.


El Parque Alamillo fue creado para la Exposición Mundial de 1992.


El Alamillo es uno de los parques más grandes de la ciudad. Su diseño más natural contrasta con el rigor arquitectónico de los jardines del centro. Cuenta con grandes lagos, extensas áreas verdes, zonas de juegos infantiles y numerosos carriles bici, lo que lo convierte en el lugar perfecto para practicar deportes o para un simple paseo en familia.

El acceso al parque es un espectáculo en sí mismo, gracias al Puente del Alamillo. Este impresionante puente, diseñado por el reconocido arquitecto Santiago Calatrava, es una obra de arte moderna que simboliza la apertura de Sevilla al futuro.


Puente del Alamillo
Puente del Alamillo

La aventura continúa: patios, plazas y el río

Sevilla es una ciudad que vive a un ritmo frenético, pero también una ciudad que respira. Con sus paseos sombreados, fuentes y exuberante vegetación, los parques y jardines de esta ciudad española son remansos de serenidad y belleza, ofreciendo un respiro bienvenido. Cada lugar cuenta una historia y brinda una sensación única de paz.

En tu próxima visita a Sevilla, no olvides perderte en estos oasis verdes. ¡Pero la aventura verde no termina en los grandes parques! Sevilla está llena de otros tesoros que se revelan al pasear por la ciudad:

  • Los patios secretos de Sevilla: el alma verde de la ciudad se esconde tras sus fachadas. Cada barrio, especialmente el pintoresco Santa Cruz, alberga innumerables patios floridos, esos típicos patios interiores. Santuarios privados, adornados con geranios, jazmines y azulejos de colores, ofrecen toques de frescura y poesía. Escucha con atención o mantén los ojos bien abiertos para vislumbrar estas maravillas, a menudo abiertas al público durante las fiestas o simplemente vistas a través de sus puertas.
  • Las plazas sombreadas: las pequeñas plazas de la ciudad, a menudo bordeadas de fragantes naranjos y amuebladas con bancos de azulejos, son otros pequeños remansos donde es agradable detenerse. Son lugares de vida y encuentro donde se puede observar la vida local y recargar energías bajo un cielo azul brillante.


Plaza del Cabildo
Plaza del Cabildo
Plaza del Cabildo
Patio secreto cerca de la Plaza del Cabildo

Ya sea que elijas un jardín real, un parque emblemático o un patio escondido, estos tesoros prometen una experiencia sensorial y reconfortante. Lejos del bullicio de las calles, descubrirás otra cara de la ciudad, una Sevilla más íntima y refrescante, donde se unen la belleza de la naturaleza y la riqueza de la historia. ¿Por qué no explorar este mosaico de vegetación?

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