La gastronomía y las especialidades culinarias de Sevilla

La gastronomía sevillana es un viaje para los sentidos. Se caracteriza por productos frescos, técnicas tradicionales y una cultura de compartir, especialmente a través de sus famosas tapas. Comer en Sevilla es mucho más que una simple necesidad; es una auténtica experiencia social y cultural.

Comer en un restaurante en Sevilla

Comer en Sevilla tiene sus propias costumbres, diferentes a las francesas. Las comidas se hacen más tarde. El almuerzo, la comida principal del día, suele tomarse entre las 14:00 y las 16:00, mientras que la cena no empieza antes de las 21:00, e incluso puede extenderse más allá de las 23:00.

Cuando te sientes a la mesa de un restaurante, notarás algunas características específicas:

• Es común que se cobre el pan y el agua. El pan, a menudo una simple hogaza blanca, se sirve en una cesta y suele costar uno o dos euros. El agua embotellada también se cobra, y rara vez hay agua del grifo disponible.
• Antes de la comida, es costumbre tomar un aperitivo, un momento de convivencia que da comienzo a la velada. El aperitivo local por excelencia es una copa de jerez , como el Fino o la Manzanilla, dos vinos blancos secos y refrescantes. Suelen acompañarse de un pequeño plato de aceitunas o almendras tostadas.
• Además del jerez, la cerveza local, Cruzcampo, es muy popular, sobre todo en verano. Se sirve en un vaso pequeño, una caña, o en un vaso grande, una doble. El vino tinto también es abundante, sobre todo de Rioja y Ribera del Duero. En verano, el tinto de verano, una mezcla de vino tinto y limonada, y la sangría son bebidas muy populares.

Embutidos y quesos con sabores andaluces

Tapas sevillanas, una cultura para compartir

Las tapas no son un plato, sino una forma de vida. En Sevilla, es un arte de vivir que consiste en compartir pequeñas raciones de comida, de un bar a otro, para disfrutar de una velada agradable y deliciosa. El concepto es simple: te mueves, pides una bebida y una o dos tapas, y luego pasas al siguiente bar.

La mayoría de los platos tradicionales se sirven en tapas, y cada bar tiene sus propias recetas. Es habitual pedir una ración (una porción grande para compartir), una media ración (media ración) o una tapa (una porción pequeña individual).

Las especialidades imprescindibles de Sevilla

• Salmorejo : a menudo confundido con el gazpacho, es una sopa fría hecha con tomate, aceite de oliva, ajo, pan rallado, vinagre y sal. Más espeso y cremoso que el gazpacho, se sirve con jamón ibérico y un huevo duro.
• Espinacas y garbanzos : este plato vegetariano se prepara con espinacas y garbanzos, cocinados con ajo, comino y pimentón. Es un clásico de las tapas, una receta sencilla y sabrosa que refleja la influencia morisca en la cocina local.
• Carrillada de cerdo : carrillera de cerdo estofada lentamente en vino tinto hasta quedar increíblemente tierna y suave. Servida con puré de papas o papas fritas, es un plato reconfortante y delicioso.
• Pescaito frito : pequeño pescado fresco frito, generalmente calamares, anchoas o camarones, servido crujiente y dorado. Es una especialidad típica de los restaurantes ribereños, donde se puede disfrutar del marisco del día.

• Montaditos : Pequeños sándwiches, a menudo rellenos de embutidos, queso, carne o pescado. Las combinaciones son infinitas, y los montaditos son perfectos para un refrigerio rápido y sabroso.

Las dulces delicias de la tradición sevillana

¿Te apetece algo dulce? ¡En Sevilla tienes lo que necesitas!

• Las torrijas son una especialidad de Semana Santa. Son el equivalente a las torrijas. Se remojan en leche, vino o miel, se fríen y se espolvorean con canela y azúcar.
• Los pestiños, unas rosquillas fritas con forma de cinta, se elaboran con harina, aceite de oliva y se aromatizan con sésamo, anís y miel. Se comen tradicionalmente en Navidad y Semana Santa.
• Las tortas de aceite son panes planos muy finos y crujientes hechos con harina, aceite de oliva y anís. Se suelen comer para desayunar o merendar y se venden en todas las panaderías y pastelerías.

Como habrás comprendido, antes, durante o después de tu jornada de turismo, ¡en Sevilla hay mucho con lo que llenar el estómago!