Una experiencia imperdible en el Real Alcázar de Sevilla

Si hay una visita obligada durante tu viaje a Sevilla, es sin duda el Real Alcázar. Para contártelo todo, la Guía de la Ciudad de Sevilla lo visitó en diferentes momentos del día: una vez al principio de la tarde, cuando el sol brilla, y otra al anochecer para contemplar la puesta de sol. Sin duda, cruzar las puertas del Real Alcázar es como dejar atrás un desierto sofocante para entrar en un paraíso donde el tiempo se ralentiza y los sentidos despiertan. La maravilla es instantánea. Desde los primeros patios, te envuelve una frescura inesperada. Este milagro es el resultado de una arquitectura ingeniosa y fuentes centenarias. El palacio es una promesa cumplida: la de evasión, belleza y serenidad en medio del fervor sevillano.

Lo que encontrarás en este artículo

Una historia de fusiones: el eterno mudéjar

La historia del Alcázar está entrelazada con la de Andalucía: un caleidoscopio de culturas. Si bien el nombre Alcázar deriva del árabe al-qaṣr (castillo), sus cimientos son, por supuesto, musulmanes. Pero la cumbre estilística que admiramos aquí fue, paradójicamente, encargada por un rey cristiano, Pedro I de Castilla (apodado el Cruel), en el siglo XIV.

Este monarca estaba fascinado por el arte morisco, y con razón. En lugar de destruir lo ya existente, trajo artesanos de Granada y Sevilla para construir su nuevo palacio en estilo mudéjar. Esta singular decisión dio origen a una obra de arte : un estilo cristiano que utiliza el refinamiento y la geometría islámicos (arcos polilobulados, azulejos, techos de madera tallada) para crear una simbiosis deslumbrante. Esta fusión es la clave de la singularidad del Alcázar.

Un itinerario de viaje

Para apreciar plenamente esta maravilla, hay que perderse en ella. Pero un paseo estratégico le garantizará no perderse ninguna de las obras maestras. Por eso, la Guía de la Ciudad de Sevilla ha creado una ruta sugerida para usted, perfeccionada a través de nuestras propias visitas.

El Patio de la Montería

Nuestro recorrido comienza en el Patio del León, el acceso histórico que conduce a las estructuras más antiguas. Pronto descubrimos el Patio de la Montería, un vestigio almohade cuyo discreto encanto nos recuerda la antigüedad del lugar.

El patrimonio centenario

A nuestra derecha se encuentra la Casa de la Contratación, un lugar histórico donde antiguamente se organizaban expediciones al Nuevo Mundo con el Cuarto del Almirante. Es un punto clave para comprender el papel de Sevilla tras el descubrimiento de América. También pasamos por la Casa del Asistente y sus patios, zonas a menudo menos frecuentadas que nos permiten comprender la extensión y complejidad del dominio real.

La Cámara Real Superior (Cuarto Real Alto)

Si optó por la entrada completa, es imprescindible visitar el Cuarto Real Alto. Esta es la planta que aún utiliza la familia real. Allí descubrirá suntuosas estancias, así como fascinantes exposiciones de Lozas y Azulejos de Triana, que resaltan la riqueza y el arte de la cerámica sevillana.

El Palacio del Rey Don Pedro

Este es el punto culminante de la visita. El Palacio de Pedro I es la apoteosis del estilo mudéjar. Pasamos la mayor parte del tiempo aquí: desde la tranquilidad absoluta del Patio de las Doncellas, donde la luz juega con el estanque central, hasta el esplendor desbordante del Salón de Embajadores, con su imponente cúpula de madera dorada. Es aquí donde uno queda cautivado por la grandeza real y la artesanía.

El Palacio Gótico

En contraste, el Palacio Gótico nos recuerda la influencia cristiana post-Reconquista.

Por último, aprovechamos para adentrarnos en la Galería del Grutesco para captar la perspectiva global de la fortaleza y tener una vista sin obstáculos de los jardines del Real Alcázar de Sevilla.

Nuestro favorito: los jardines del Alcázar

Si los palacios son la gloria, los jardines son el alma del Alcázar. Es aquí donde olvidamos el reloj y el itinerario de la visita. Los jardines se extienden por varias hectáreas, ofreciendo una experiencia sensorial continua.

El paseo es una bendición, ya que el calor se rompe con la espesa sombra de las palmeras y los cipreses. Respiramos los aromas agridulces de los azahares y los mirtos en flor. El sonido más intenso es el suave chapoteo de las fuentes, un sistema de riego heredado de los almohades, garante de esta exuberante vegetación.

A lo largo de la Galería del Grutesco, este muro de piedra decorado con conchas y grutas artificiales, el aire es milagrosamente más fresco. Perderse entre el Jardín de la Danza y los estanques de nenúfares, observando el contraste entre el verde intenso de los setos perfectamente podados y el brillo de los miles de azulejos que adornan las paredes: este es el deleite del visitante. Es un himno a la naturaleza, dominada por el arte humano.

Cuando el cine se apodera del local…

Al pasear por el Alcázar, podrías experimentar una sensación de déjà vu, especialmente en los Baños y los patios. ¡Y con razón! El Alcázar sirvió de escenario para la famosa serie Juego de Tronos, retratando los Jardines del Agua de Dorne y la residencia de la Casa Martell. Pasear por aquí es como recorrer siglos de historia... pero también como estar en el set de una obra contemporánea, que combina el esplendor medieval con el mito televisivo.

Información práctica

Para garantizar que su visita sea tan placentera como la nuestra, algunos consejos extraídos de nuestras numerosas visitas son cruciales.

• No esperes comprar tus entradas en el lugar. La espera suele ser larga, especialmente en temporada alta. Reserva tus entradas en línea con varios días, o incluso semanas, de antelación.
• Calcula de 2 a 3 horas para la visita completa (palacio y jardines).
• Aproximadamente 14,50€ la entrada básica (excluido Cuarto Real Alto).
• Tienes dos opciones:

• Temprano por la mañana (en cuanto abre a las 9:30 am) para disfrutar de la calma y el frescor.
• Al caer la tarde (después de las 17.00 horas), la multitud se dispersa y la tenue luz proyecta magníficos tonos dorados sobre los azulejos y estucos, pero cuidado, la hora de cerrar llega rápidamente.
• Parte del palacio, los Apartamentos Reales, aún es utilizada por la familia real española y se puede acceder a ellos pagando una tarifa adicional. Si desea visitar estos apartamentos (los Cuartos Reales Altos), asegúrese de seleccionar la entrada correcta al hacer su reserva.
• A pesar de las fuentes, lleve agua, ya que el aire se mantiene seco incluso dentro. También hay una terraza donde puede pedir refrigerios. Hay baños cerca.

El Alcázar de Sevilla es mucho más que una simple casilla en una lista de viajes. Si alguna vez has visitado la Alhambra de Granada, ¡sabes de qué hablamos!

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